Para comenzar el tratamiento
debemos hablar con nuestro médico para valorar las opciones de tratamiento que
existen y cual se adapta mejor a nosotros. La hepatitis C no siempre requiere
tratamiento, ya que en algunas personas la respuesta inmunitaria eliminará la
infección y algunas personas con infección crónica no llegan a presentar daño
hepático.
La meta del tratamiento es
eliminar el virus de la hepatitis C de nuestro cuerpo, ya que así se puede
prevenir el daño hepático que puede provocar insuficiencia o cáncer en el
hígado.
Durante el tratamiento, su
médico debe vigilar su evolución mediante pruebas sanguíneas, exámenes de
imagenología y biopsias.
Las medicinas usadas para
tratar esta enfermedad se llaman medicamentos antivirales ya que estas atacan
al virus de la hepatitis C. Estos proporcionan un índice de curación muy
mejorado, son fáciles de tomar y tienen pocos efectos secundarios. Se toma por vía
oral durante 8-24 semanas. La decisión de cual tomar dependerá del genotipo del
virus que la persona tenga. Los más usados son el sofosbuvir, el daclatasvir y
la combinación de sofosbuvir/ledipasvir.
Si la persona llega a
desarrollar cirrosis o cáncer de hígado, se podría recomendar un trasplante de
hígado.
Si se tiene hepatitis
también se deben de llevar a cabo una serie de medidas:
·
No tomar medicamentos de
venta libre sin consultarlo con el médico, y debe preguntarse acerca de las
vitaminas y otro tipo de suplementos.
·
No consumir ni alcohol ni
drogas, ya que puede acelerarse el daño del hígado y reduce la eficacia de los
medicamentos que se están tomando.
·
Preguntar acerca de vacunas
para los otros tipos de hepatitis.
A continuación, este vídeo nos informa más acerca del tratamiento y otras dudas sobre la hepatitis C.
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