La mayoría de las personas no presentan síntomas durante la fase de infección aguda, aunque algunas personas presentan una serie de síntomas que constituirían en cuadro clínico agudo. Estos síntomas serían:
- Ictericia: coloración amarillenta de la piel y los ojos
- Orina oscura
- Fatiga extrema
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal
En ocasiones, esta enfermedad puede producir insuficiencia hepática aguda, lo cual podría suponer la muerte de la persona.
Por otro lado, esta infección también se puede cronificar y puede dar lugar, como se mencionó en otra entrada, a cirrosis y cáncer hepático.
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