Prevención
Actualmente no
existen vacunas para tratar esta enfermedad por lo que la prevención depende de
la reducción del riesgo de exposición al virus.
Los pasos que
se pueden seguir para prevenir la propagación de esta enfermedad incluyen:
·
No compartir agujas con
nadie.
·
No hacerse tatuajes ni
perforaciones del cuerpo con alguien que no tenga un permiso o licencia para
ello.
·
Tener precauciones al
manipular sangre, sobre todo el personal sanitario.
·
Practicar relaciones
sexuales con protección.
·
No compartir artículos
personales como es el caso de cepillos de dientes o cuchillas de afeitar.
·
Uso seguro de las
inyecciones en la atención sanitaria, y su correcta manipulación y la
eliminación segura de los objetos afilados.
·
Análisis de la sangre que se
dona para detectar la hepatitis, así como otras enfermedades.
Si se mantiene
una relación estable y monógama con nuestra pareja infectada por la hepatitis
C, el riesgo de transmitir o contraer el virus es bajo.
No se produce
el contagio por tocarse las manos, besarse, toser o estornudar, amamantar o
compartir utensilios para comer o beber, por lo que en estos casos no hay que
tomar ninguna medida especial.
Una vez
contagiados, se recomienda:
·
Información y asesoramiento
acerca del tratamiento
·
Tratamiento temprano y
adecuado
·
Seguimiento periódico para
prevenir la enfermedad hepática crónica.
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