Posibles
complicaciones
En aquellas personas que tienen un sistema inmunitario
debilitado, el virus del herpes genital puede expandirse a otras partes del
cuerpo, como el cerebro, ojos, esófago, hígado, médula espinal o pulmones.
En cuanto a las embarazadas, estas pueden transmitirle la
infección al bebé en el momento del parto causando infección cerebral, por lo
que es importante comunicárselo al sanitario para tomar medidas que eviten que
se transmita la infección al bebé. También puede llegar a provocar abortos
espontáneos o que el bebé nazca antes de tiempo.
Estas medidas consisten el la realización de cesárea durante
el parto y la administración de medicamentos hacia el final del embarazo.
Prevención
En el caso de que tengamos herpes genital, debemos de
comentárselo a nuestra pareja para que esta lo sepa y tomar medidas para evitar
el contagio.
La principal medida de prevención es el uso del condón
durante la actividad sexual, ya que un uso correcto y continuo de este ayuda a
evitar la propagación del herpes. Sin embargo, sólo los condones de látex nos
sirven para prevenir la infección, y el uso del condón femenino también va a
reducir la transmisión del herpes.
A pesar del uso del condón, siempre existe una pequeña
posibilidad de contagio. Esto es debido a que los síntomas del herpes se suelen
presentar en las áreas genitales del hombre y mujer y aunque cubramos estas
áreas con condón, los brotes de herpes también pueden ocurrir en zonas no
cubiertas por lo que podría producirse el contagio del herpes.
También podremos evitar el contagio si se tienen relaciones
mutuamente monógamas a largo plazo con una pareja que haya tenido resultados
negativos al realizarle varias pruebas a lo largo del tiempo.
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