Si la madre no es tratada durante el embarazo, el feto tendrá una alta probabilidad de desarrollar una serie de anomalías: ascitis, esplenomegalia o placenta más grande de lo normal. A la hora del nacimiento, el bebé puede presentar las lesiones cutáneas propias de la primera fase de la enfermedad, neumonía, anemia, adenopatías...
En algunas ocasiones el bebé no presenta ningún signo ni síntoma, por lo que es importante realizar una valoración, seguimiento y tratamiento preventivo, ya que más tarde puede desarrollar problemas importantes.
Es muy importante que la madre tome las medidas necesarias para evitar contagiar a su bebé y para que este no corra peligro: pruebas pertinentes, tratamiento y seguimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario